sábado, 9 de enero de 2010

Mi querida soledad

Me dirijo a tí para darte las gracias por tantos momentos sublimes que me has dado. Quizás los pasos más importantes de esta vida han sido dados gracias a tu compañía. Recuerdo momentos perdidos y atrozmente dolorosos en los que, por arte de magia, tú me diste la solución. Algunas veces me has hecho llorar de amargura y otras reír por las tonterías que se me ocurren y que te cuento en secreto. Nunca te quise como te quiero ahora. Antes te detestaba y me revelaba conmigo mismo creyendo que mi alma era la de un ser que nace estrellado; la de un hijo del dolor que todo lo tiene perdido.
Mi querida soledad hoy te amo como quiero todo lo que siento y percibo de la realidad. Tu sabes bien de mis angustias y de mis temores; de cataclismos cuya curación se paga cuando aprendes de la sencillez de las cosas y de la nobleza que hasta el más criminal de esta vida lleva por dentro. Tú me enseñaste en mi dolor a madurar con lluvia de lágrimas delante del que me escuchaba y hoy, mi querida soledad, vuelvo a sentir la vida tal y como lo hace un niño; como una esponja que toma de la vida lo bueno y lo malo para poder crecer desde la raíz. La visión de este camino, es la de aquel chico que disfrutaba robando tomates por amor a la aventura de lo prohibido.
Mi querida soledad: ¿Puede que seas tú... esa voz tan personal que se lleva desde el nacimiento y que nunca supimos escuchar?. Creo que sí.

1 comentario:

InsolenZe dijo...

Hummmm mi amigo de blogs... creo que amas a la misma persona que yo ... a "Soledad" y sabes? a mi me corresponde, me mima, me cuida, me acaricia y me llena de gozo cuando con ella estoy.
Dicen que cuando la disfrutamos es cuando alguien se cuela e nuestra vida, ¿estaremos tu y yo preparados? Yo aun noooooooooooo ... quiero estar y seguir .................. SOLA.
Besitos.