martes, 1 de marzo de 2011

Antonio García Caballero

Soy músico compositor y mi nombre es muy corriente como podéis ver. Este testimonio tiene la confesión de declarar mi amor al mundo entero de tal manera que he soñado siempre con expandirme. No me importan los superventas ni la música de culto. Quiero llegar con mis composiciones a infinidad de corazones en incontables ciudades y países... He añorado hasta lo indecible por ser escuchado en multitud de oidos; por llegar a padres, niños, abuelitos y gentes de todas las razas... He buscado la manera más adecuada de expresar este mi arte musical y que toda esa gente compartiera mis propios sentimientos. Ahora creo que por fin lo he conseguido. Mis discos nunca se comprarán y tampoco se bajarán por internet y he de admitir que todo eso poco me importa ya que mi propósito es puramente humanitario. En estos momentos soy y me siento un compositor de peso en dar esa semilla a tanto fruto que se ha repartido por esta tierra de Dios. Tengo una enorme vanidad y hasta un erotismo puramente artístico. Puedo ser escuchado por la gente más solitaria, las almas perdidas,los angustiosos, el amor de mi vida, los enamoradizos, los enfermos de hospitales, los que esperan algún vuelo o simplemente, aquella gente que guarda silencio por reparar en mi música...
Desde hace tiempo soy alma viajera y a veces tomo estos servicios públicos por escuchar mi música y observar a la gente más variopinta...
Me llamo Antonio García Caballero: Compositor de música para ascensores y aeropuertos.

( Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. )

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