miércoles, 5 de diciembre de 2012

Olor a sangre


Volaron los fuegos artificiales y encendieron los tejados llenos de nidos. La gente se maravillaba y decía OOOHHHHHHH. Desde una azotea, obsevaba como volaban los pájaros asustados en medio de la más negra oscuridad; buscando cobijo en las sombras y algunos, chocando contra el tendido eléctrico.
Se me hizo un nudo en la garganta por sentir esa angustia de huir a ninguna parte. De una paloma, salieron cientos de plumas llenas de dolor y yo, allí en medio de aquel ruido asesino, guardé en mi bolsillo un trozo de ala con olor a sangre.
Ahora, después de los años, el olor a pólvora me recuerda a la sangre derramada de todos los indefensos...



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