martes, 21 de abril de 2015

En tí pongo mi alma


Dios lo esperaba al final del camino y se llamó muerte. No había nada más dulce que entregar su vida para la eterna felicidad y esa eternidad se llamaba paraíso...
Juan estaba cargado de miedos para no enfermar, por no encontrarse cara a cara con la muerte, pero la muerte lo esperó en algún punto de su camino. La muerte era bella y con su canto embelesaba a quién la escuchara...¿Cómo te llamas?-- Le preguntó a la muerte mientras lo abrazaba desnudándole el alma---Soy tu Diós _le respondió la muerte_ He pasado años y años cuidándome para no encontrarte y ahora me pareces agradable ---le dijo Juan---
La muerte con dulzura extrajo su alma del cuerpo y el cuerpo inerte cayó al suelo como fruta vana...Juan pidió morir más veces y Diós, con una sonrisa se lo llevó...


1 comentario:

maduixeta dijo...

Uf! tantas veces he pensado como será ese momento, ese encuentro..... no tengo miedo, solo curiosidad.

precioso cuento.

una lluvia de besos