miércoles, 9 de diciembre de 2015

Comentario para Alondra



De pequeño mi madre me cantaba fandangos de Huelva. Hay uno que me ponía el vello de punta. No recuerdo su letra y su mensaje puede que nunca me quede nítido en la memoria. Sin embargo he soñado muchas veces con aquel sentimiento por calarme de manera tan honda. Quizás esta letra de mi fandango nunca saldrá de la boca de un cantaor de flamenco pues en mi recuerdo, lo sigue cantando mi madre, desde siempre...


AMOR
¿PORQUE SUFRES AMOR?
ESTANDO LA NOCHE TAN CLARA.
¿PORQUE TUS LABIOS NO SE DESPEGAN
SI YO SÉ LO QUE SUEÑAS?
AMOR
¿PORQUE NO ME DICES ESO QUE TANTO TE HIERE?
SI EN ESTA NOCHE TAN CLARA,
NO ME DICES QUE ME QUIERES...

Para mi madre, para usted y para todas las madres del mundo...

Quiero decirle que desde que nacemos la madre se nos unió a nosotros por el cordón umbilical. No sé si será por genética pero cosas de mi madre las llevo en el alma al mamarlas de ella. Usted también fue madre y ha de saberlo, sobre todo cuando dió a luz a sus hijos y sintió esas cosas maravillosas que yo, por ser hombre, las intuyo...
A estas alturas de mi vida no sé si alguna mujer me querrá porque creo que soy soltero de nacimiento pero, el valor de una madre por sus hijos compensa mucho en su vida personal. Nadie mas que una mujer (algunos hombres sí) pueden cuidar de su familia como usted lo hace o mi madre.

Hace unos días conocí el caso de un preso que era lo más despreciable de este mundo, lo mas bajuno y tirado por los suelos: ¿Quién fue a verlo? LA MADRE.


2 comentarios:

Amapola Azzul dijo...

El amor de las madres suele ser incondicional.
Besos.

Alondra dijo...

Un escrito con la melancolía del ayer y a la vez realista hoy... Mi abuela me decía: nunca se sabe lo que pasará mañana pero si le digo mijita que lo que es del cura va pa la iglesia. Yo te digo que con los años cuesta adaptarse a perder algunas manías adquiridas por la independencia, pero si el amor llega a tu vida ábrele la puerta y no pierdas la ilusión porque lo que es para ti no pasará de largo.
Un saludo afectuoso