lunes, 20 de noviembre de 2017

Sin sentido







Tuvo presentimientos. Sabía que ya los boirritmos estaban locos y que todo estaba abocado a un final bastante doloroso...

Se comió una docena de pasteles. Un solomillo a la plancha y crema de pimienta a las 1 de la mañana. 7 racimos de uvas,6 manzanas y una gominola. Sabía a ojos cerrados que todo estaba cambiando; que ya no era el mismo cuando escribia versos ( por cierto: se comió la hoja de su ultima poesía con un poco de sal por ser marina )...Se enamoraba en otoño cuando pertenecía en primavera y se iba a piscinas en invierno cuando correspondía en verano...Le ladraba a los gatos sin saber porqué y mahullaba en la azotea para enfurecer a los perros de la vecindad.

Se miraba al espejo de espaldas; peinándose la nuca con la luz apagada...A veces el cuchillo era el tenedor y el tenedor un instrumento para rascarse la espalda. SIN DUDA TODO HABÍA CAMBIADO...

Se compró lotería de Navidad con la esperanza de que llegara una alienígena para sacarlo de la pobreza y hasta se apuntó de guía por si la alienígena era japonesa...Sin duda todo estaba cambiando. Le pedían nombre y apellidos y el respondía desde el último hasta su nombre. Los vasos de agua los llenaba alreves y sin darse cuenta, a veces hablaba alrevés: Para decir buenos días decía..."said soneub riced araP"; cosa que lo confundían por un Israelita por parecerse al idioma.

Todo cambiaba inexorablemente. Los osos polares estaban esqueléticos, las focas estaban desconocidas y los esquimales subían y subían hacia el norte hasta reunirse todas las tribus en 10km a la redonda para pescar.

Soñaba cosas raras que eran muy reales; cosas que eran del día a día y sin embargo cuando despertaba, hablaba en sueños...TODO ESTABA AL REVES Y SIN REMEDIO. Hasta que un día y sin esperarlo, todas las estaciones eran las de siempre y la gente se saludaba por la calle y los Esquimales volvieron al sur. La flores florecían a su tiempo y se respiraba un aire sano en Madrid y hasta los osos polares engordaban comiendo salmones...Pero amigo mío hasta en los malos tiempos, tenemos pesadillas;  le dijo su psiquiatra comiéndose una cáscara de plátano...



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